La Asociación Hestia impulsó en el año 2017 un programa piloto denominado “Padres y Madres sin Barreras” enfocado a la promoción de la Parentalidad Positiva y de la Preservación Familiar. En programa se propone facilitar el desarrollo de los vínculos familiares durante la estancia en prisión y trabajar expectativas de futuro que permitan no reincidir en los delitos. El programa se dirige tanto a padres y madres que se encuentran en situación de privación de libertad, así como a sus hijos e hijas, parejas y resto de familiares.
Los hijos y las hijas de padres y madres de personas reclusas se definen como «las víctimas olvidadas de la encarcelación» debido a que son las que, en su mayoría, sufren de forma directa las consecuencias de esta separación y, sin embargo, aún no se ha vertebrado un recurso eficiente que ofrezca acompañamiento durante este proceso a menores, a adolescentes y a los propios padres y madres con privación de libertad. Así mismo, es importante ofrecer apoyo a las familias debido al gran estigma que existe en la sociedad sobre la encarcelación y el cambio en la dinámica y en el entorno familiar que se produce a consecuencia de este hecho.
En Canarias existen cinco Centros Penitenciarios que albergan a una población reclusa que en 2024 supone, aproximadamente, unas 2.360 personas, según un estudio realizado por la Asociación Hestia en tres Centros Penitenciarios de Canarias; más de un 60% de los internos son padres y más de un 75% de las internas son madres, siendo la natalidad el doble de la media nacional española.
El presente programa, pionero en Canarias, surge a raíz de una necesidad social detectada en un colectivo en situación de exclusión social, principalmente, con el fin de ofrecer recursos eficientes para promover la reintegración familiar mediante la prevención y gestión de la conflictividad familiar y de apoyo a la crianza saludable y positiva de los hijos y las hijas. En este sentido, los contenidos del programa se implementarán a través de una metodología experiencial que prevé intervenciones a nivel grupal, individual, familiar, comunitario e institucional. Además, se ofrece un seguimiento a los padres y a las madres una vez salgan en libertar para facilitar su reintegración familiar y social, así como su autonomía y emancipación personal.
En el transcurso del año 2024, el programa «Padres y madres sin barreras» ha logrado seguir desarrollando sus actividades en la isla de Gran Canaria, en ambos centros penitenciarios: Las Palmas I y Las Palmas II.
Objetivos.
El presente programa grupal de educación parental tiene como objetivos generales mejorar las relaciones entre padres y madres con privación de libertad y sus hijos e hijas; promover las competencias parentales y dar visibilidad social a la dimensión de la parentalidad en la cárcel y en la sociedad. En este sentido, se propone:
- Fortalecer la vinculación afectiva del padre/madre con privación de libertad con su familia.
- Tomar conciencia de su papel como educadores.
- Mejorar la comunicación padre/madres – hijas/os.
- Mejorar la comunicación entre la familia encarcelada (padres/madres) y quien se ocupa de sus hijos e hijas en el exterior (madres/padres, cuidadoras/es, tutoras/es).
- Fomentar las competencias parentales, fundamentalmente las educativas, de desarrollo personal y de resiliencia y de búsqueda de apoyo social.
- Conseguir una buena regulación emocional.
- Trabajar expectativas de futuro que les permita no reincidir en los delitos.
- Proteger y reforzar la relación paterna –materno filial
Proyecto financiado por el Gobierno de Canarias.